Arquitecto: Ovidio Wappenstein
Frente arquitectónico característico de la Avenida Patria
Fuente: Guía de arquitectura de la ciudad de Quito. Tomo I. Ed. Junta de Andalucía (España) (2004)
El conjunto de edificios que constituye hoy en día el hotel Hilton Colón y que ocupa toda una manzana, se inició en 1965 cuando los promotores adquirieron el lote que conforma la esquina este de las avenidas Patria y Amazonas, de una superficie de 2.500 m2. Fue planificado para una capacidad de alojamiento de 100 personas, restaurante para 60 personas y cafetería para 25.
Este programa fue edificado hasta 1968, siendo su área total de construcción de 9.000 m2. Aunque el proyecto fue considerado ambicioso para la época, por el crecimiento de la demanda turística, local e internacional, así como la importancia cada vez mayor de Quito como centro administrativo y de gestión, se consideró aumentar la capacidad hotelera por lo que se adquirió el lote contiguo del lado norte, de 1.000 m2. En el año 1970 se planificó un bloque de100 habitaciones y otros servicios anexos. La construcción de esta fase, de 7.000 m2, fue concluida en 1972. Puesto que las sucesivas etapas no estaban incluidas en un plan general previo, el crecimiento implicó modificaciones al edificio original para lograr una correcta integración de funciones. La segunda ampliación fue insuficiente y en 1974 fueron adquiridos los lotes contiguos al este de 3.740 m2, donde se construyeron una torre de 20 pisos con 240 habitaciones y un bloque anexo para convenciones. La construcción se terminó en 1978 contando esta nueva ampliación con 25.000 m2. El conjunto, que funciona para actividades de turismo, hotel, restaurantes, piscina y eventos de negocios, artísticos y culturales en general, quedó finalmente conformado con 41.000 m2 y la ocupación de una manzana completa.
Un basamento entre tres y cuatro pisos, con subsuelos para servicios y estacionamientos, configura la plataforma sobre la que emergen varios volúmenes de diferente altura, entre los que se diferencia la torre más elevada, no solo por su altura sino también por el contrastante juego de luces y sombras que ejercen los planos verticales que a lo largo de los 20 pisos delimitan hacia la fachada los espacios de habitaciones con vistas a la calle y con total independencia visual. La caja de escaleras de la torre es acusada como volumen ciego y sutilmente despegado por aberturas laterales de ventilación e iluminación. El hotel hacia la calle presenta accesos múltiples que conducen a equipamientos, cafetería, restaurantes, salones de convenciones y eventos, negocios de artesanías y agencia de viajes, ambientes que se desenvuelven a partir de la periferia para facilitar el acceso de público en general sin afectar el funcionamiento hotelero. El uso del hormigón no se limita exclusivamente a su función estructural, sino que asume una fuerte expresividad en la morfología del conjunto, lo que permitió lograr una imagen unitaria del conjunto a pesar de haber sido realizado a lo largo de más de una década.