Edificio Patrimonial: iglesia Santa Teresita (1958)


Arquitecto: José María de Riocerezo

Fuente: Lo ladrillos de Quito, BLOG. http://losladrillosdequito.blogspot.com/2018/11/iglesia-de-santa-teresita.html

A inicios de la década de 1930 el barrio La Mariscal pasaba de ser una ciudad jardín con quintas y chalets que se ocupaban generalmente los fines de semana, a una zona de residencia permanente de la élite quiteña que migraba desde el Centro Histórico. Este movimiento causó que se necesitaran cada vez más servicios, y el religioso no fue la excepción, pues se encontraba arraigado entre los capitalinos.

La Mariscal no contaba entonces con una iglesia, pues la más cercana era la capilla de Santa Clara de San Millán, en el sector del Palacio de La Circasiana. Así entonces, los adinerados vecinos de la floreciente ciudadela acordaron construir con sus propios aportes un templo para el barrio.

El terreno donde se levantaría el templo fue adquirido en febrero de 1934 por los señores Luis Tobar Donoso y Moisés Luna, siendo inmediatamente donado al padre Hieroteo Valbuena del Carmen, superior de los Carmelitas Descalzos que habían llegado a Ecuador en 1928, y que habían sido la orden religiosa escogida para regentar la futura iglesia mariscaleña. Tras cuatro años de recolección de fondos, la primera piedra del proyecto fue colocada el 8 de diciembre de 1938, en una ceremonia bendecida por el entonces arzobispo de Quito Carlos María de la Torre.

La iglesia de Santa Teresita se encuentra implantada en un terreno esquinero de las calles Robles y 9 de octubre, en pleno centro del barrio La Mariscal, ocupando un 45% de la manzana si se suman las áreas de la casa parroquial sobre la 9 de octubre, y la residencia de los Carmelitas hacia la Robles. Su silueta destaca entre los edificios circundantes gracias a la altura, color, material y el uso de un lenguaje tan diferente.

Su estilo arquitectónico responde al historicismo neogótico, una corriente que buscaba recuperar la belleza de los edificios góticos franceses e ingleses de la edad media, adaptados a las técnicas constructivas y necesidades de la modernidad a inicios del siglo XX. Constituye precisamente, junto con la Basílica del Voto Nacional, uno de los edificios más importantes de este lenguaje en la ciudad de Quito.

Con sus 50 metros de alto en las torres frontales (levantadas por el ingeniero Germán Riofrío), Santa Teresita fue la estructura más alta de La Mariscal durante aproximadamente veinte años, hasta la década de 1970 cuando se comenzó a levantar el cluster de altos edificios de oficinas en la avenida Patria. La puerta principal de ingreso desde la calle Robles está decorada en la parte más alta de la ojiva con una talla de Santa Teresita del Niño Jesús, que le da su nombre al templo.

El edificio es de planta rectangular, con una nave central de 62 metros de largo (incluido el presbiterio), 9 de ancho y 20 de altura; mientras que las dos naves laterales alcanzan los 50 metros de largo, 5 de ancho y 11 de altura. La cúpula sobre el crucero, de 30 metros de alto y 9 de diámetro, exhibe esculturas de los cuatro evangelistas en las pechinas, obra de la artista Carmela Estévez de Carrillo, que trabajó en la decoración del templo bajo el seudónimo de Intiyán (hija del Sol).

El altar destaca por las pinturas de lenguaje simbolista, iluminadas y coloridas, así como por la presencia de las esculturas de la Virgen del Carmen, Santa Teresita y el Cristo de la Agonía. Las paredes de las naves laterales exhiben las estaciones del viacrucis, esculpidas y pintadas también por Carmela Estévez. Los vitrales que se encuentran en la cúpula del crucero fueron trabajados personalmente por el hermano carmelita y arquitecto de la obra, José María de Riocerezo.